Historia

Enchantress es una marca que nace
de un proceso de cambio personal.

Durante años he luchado conmigo misma, como la mayoría de personas lo hemos hecho siempre. He dudado de mi, he odiado a la persona frente al espejo, he aborrecido cada centímetro de mi imperfecto cuerpo, levantarme y mirarme al espejo y comenzar el día era tortura, frases como “Que gorda”, “Soy horrible”, “Me doy asco”, “Ojalá fuera más como equis persona” y muchas más llegaban a mi cabeza, apenas iba comenzando el día y yo ya me había declarado una guerra  personal con un montón de pensamientos que muchas veces ni siquiera eran míos y eran producto de lo que muchas veces decían los demás.
Fui creciendo y comencé a darme cuenta de los constructos sociales que existían, hice un proyecto que fue un parte aguas en mi vida, y me hizo darme cuenta que todo siempre se trata de una etiqueta, que todo lo que hacemos y decimos es una búsqueda de pertenencia, y que muchas veces en esta desesperada búsqueda, terminamos perdiéndonos a nosotros mismos. Y fue cuando dije ya no más, traté de ver las cosas de otra manera, empecé a darme cuenta que cómo yo me sentía se sentían también muchísimas personas y que muchas de ellas eran gente muy cercana a mi, vivía tan enfrascada en cómo me sentía yo que no me daba cuenta que muchas mas personas se sentían así y tenían diferentes inseguridades y solo buscaban aceptación.
Con el tiempo empecé a realizar un trabajo de introspección, comencé a conocerme más, y a darme cuenta que, así como yo amaba a muchos, tenía que amarme. No es un proceso que se da de la noche a la mañana, no es fácil, es algo que se va construyendo poco a poco y empiezas a escuchar a los demás y todo eso te va dando fuerza, y en lo personal me hizo tener ganas de buscar una manera para que más personas comenzarán este camino del amor propio y fue cuando decidí hacerlo por medio de la lencería.
Prendas que por lo general, se han mostrado como algo meramente sexual, algo que solo lo podrían utilizar “mujeres perfectas”, pero todos tenemos derecho a sentirnos empoderados, a vivir nuestra sensualidad y nuestra sexualidad, sin demostrarle nada a nadie, a enseñarle a los demás que no tenemos porque hacerlos sentir cómodos a ellos con un estándar de belleza que debería ser inexistente, porque la belleza se encuentra en cada uno de nosotros.  
Ese amor propio es sentirse bien en nuestra propia piel, con nuestras marcas, gorditos, vellos, absolutamente todo lo que es parte de nosotros, porque cada una de nuestras partes nos hacen ser quienes somos.
Se que la lencería no será como una varita mágica que cambiará tu vida y hará que te ames de un día a otro, pero quiero que cuando la uses, la uses para ti, te veas al espejo y celebres todo lo que ves y te agradezcas, que te disfrutes en cada uno de los aspectos de tu vida y también vivas plenamente tu sensualidad libre de estigmas sociales, que entiendas que lo que los demás puedan decir de ti es responsabilidad de ellos y de todas sus creencias, te des cuenta de la maravillosa persona que eres y que eres SUFICIENTE, que tomes todo el poder que hay dentro de ti, disfrutes tu cuerpo y quien eres y salgas a ser la mejor versión de ti.
-Con mucho mucho amor, Fabi Acosta.

El proceso de poder mirarnos al espejo,
es retador, no es lineal, y por lo tanto, es poderoso.
Poder decir: “Este es mi cuerpo, hoy”, ya es un gran logro. Aceptar para poder llegar a amar.

Lo importante no es la meta, sino el proceso.